miércoles, 28 de noviembre de 2012

Me traspapelé.


Me limpiaron más de 2 veces en lo que va del día.
Soñé que estábamos en las llamadas de las oportunidades.
Compré lo que me quedaba de ideas.
Me mentí a mí mismo, quería escucharte.
Te escuché.
Reíste.
Necesitaba necesitarte.
Lloré toda la noche,
no por vos.
Pero volví a llorar.
Me escondí en mis sueños.
Te perdí.
Y me perdí otra vez.
Me escabullí sobre un gran árbol.
Escondimos tus planes y los míos.
Cagamos a piñas al futuro.
(El tiempo se vengó de nuestras haciendas.)
No volví a soñar ni a vivir.
(Muerte a la vuelta de la esquina.)
No te des por aludida; no hable nunca más de vos,
pero nunca más te olvidé.
Te perdí y me perdí otra vez.
Volé en busca de placer y caí.
Me asusté otra vez.
Me limpiaron más de 2 veces en lo que va del día.

lunes, 25 de junio de 2012

El ordinario mundo de las universidades.

La universidad es una fábrica de roles, es una productora de mascaras. La gente entra a la universidad para zafar de las materias y listo. Vamos a imaginarnos a un tipo idealista, cuando conoce el mecanismo universitario, se dice: “voy a estudiar toda esta porquería hasta recibirme y cuando termine me voy a dedicar a las cosas importantes de la vida”. Pero cuando se recibe tiene que conseguir laburo, ya tiene familia y responsabilidades y se dice: “Cuando yo era joven…”
Hector.

lunes, 28 de mayo de 2012

Científicos y ninfómanas.

“Las ninfómanas saben de matemática tanto como los científicos, porque toman el miembro, lo elevan a la máxima potencia, lo ponen entre paréntesis, le quitan el producto y lo reducen al mínimo de su expresión”, bromea Ruth Mary, quien trabajo de prostitutita en los barcos durante 25 años. Propuso sindicalizar la prostitución y por primera vez en este país se presento un proyecto de este tipo al congreso. También lucho durante años contra la trata de blancas.

martes, 22 de mayo de 2012

La aventura de vivir.

“No confíes nunca en un tipo decente. Son decentes porque tienen miedo. Pagan los impuestos y con eso creen que ya son personas. No viven bien porque no sueñan y entonces no quieren que nadie sueñe. Son terribles. Encima después se aprovechan de ellos para hacer las leyes, para proteger a un tipo que no tiene nada, ni siquiera vida propia. No, mis amigos, todos mis amigos, son soñadores, tipos con los que un dia haces una cosa grande, algo que te da ganas de arriesgarte. La vida sin esas aventuras no es vida (…)” 

Ronald.

jueves, 17 de mayo de 2012